Se preparan polvos de pastel: gris claro, ocre claro, verde y negro y cuatro pinceles. Se mojan las puntas de los pinceles en white Spirit, a pincel por color, se cargan las puntas con los polvos y se depositan en las tejas. El hecho de hacerlo así y no salpicando la pintura con un cepillo de dientes, es porque se controla más el resultado, siempre hay que tener una referencia de la realidad.
El proceso anterior pinta la teja, ahora para dar más textura a la teja, con los mismos tonos de pastel pero con pigmentos, se depositan polvos del pigmento sobre las tejas y se fija por capilaridad con white spirit o fijador de pigmentos.
Esto es en líneas generales la técnica.